El paciente se encontraba en fase terminal. Continuas recaídas se habían solventado in extremis con dosis regulares de promesas, disculpas y algún ramo de flores, pero el abuso del cóctel había terminado desarrollando una resistencia adquirida en su desconfianza, hasta tal punto, que la última infección de infidelidad se había revelado como mortal de necesidad.
qué pocas palabras has necesitado para armar un drama.
En estos tiempos que vivimos los dramas vienen solos, querido JM. 😉
Escribí este micro hace ya algún tiempo, y releyéndolo tentado he estado de eliminar «algún ramo de flores» y cambiar «infidelidad» por «mentiras». Le vendría como anillo al dedo al Desgobierno de este país.
Mezclar las pasiones más bajas con la política sería denigrar esas bajas pasiones… 😆 Buen micro, estoy con JM: pocas aguas, gran calado.
Cierto, Joe, las bajas pasiones combinan mal con un gremio que tiene sangre de horchata. 😉