Fue allá por el 2006 cuando terminé la primera versión del libro. Tras la revisión de turno y mientras lo empezaba a mover entre el sector editorial, fue mi padre quien me sugirió que el tono de la historia era muy adecuado para un cómic o para un libro ilustrado. Casi de forma coincidente, apareció en los foros de Tierras de Acero un mensaje de un ilustrador interesado en colaboraciones. Cuando seguí el enlace a su página web, donde tenía muestras de su trabajo y vi de lo que era capaz, no me lo tuve que pensar ni un segundo para responder a su petición. Ese ilustrador era y es el inefable David M. Rus, con el que desde ese momento empezó una fructífera colaboración y amistad que se ha concretado ya en dos portadas, la de La Luna dormida, y la de Friki. Finalmente, la idea de un libro ilustrado no cuajó, pero David estuvo trabajando un tiempo en la idea, y fruto de esa labor son los bocetos que podéis ver aquí. La que sí verá la luz es la portada que lucirá el libro y en la que David ya lleva tiempo trabajando. Lo que he podido ver a día de hoy es acojonante.