Acabo de recibir el paquete de la editorial con mis ejemplares del libro y puedo decir, dejando a un lado el amor de padre, que la edición ha quedado estupenda. Muy en la línea de los nuevos diseños que AJEC ha aplicado a sus colecciones. La ilustración de David luce magnífica y la maquetación del texto presenta márgenes y tamaño de fuente confortables.
Ventanitas empezará a llegar a las librerías el lunes, pero sus vicisitudes ya se encuentran disponibles en algunas tiendas online, como Cyberdark o Dreamers.
Él ya está preparado para empezar su singladura, ahora solo faltas tú.
Singulares vicisitudes que a Ventanitas Manzana acontecieron
Ilustración de portada de David M. Rus y prólogo de David Mateo.
Precio: 14 €
Tamaño: 23×16 cm
Páginas: 182
ISBN: 978-84-15156-17-8Has de saber, oh viajero, que en los albores de nuestro mundo, tiempo después del hundimiento de la Atlántida narrado por Platón, hubo una edad en la que el fragor del combate y el saber arcano se mezclaron con seres temibles que el devenir de los siglos ha convertido en leyenda.
En aquellos años turbulentos, existió un continente que fue cuna de reinos y ciudades cuyo esplendor jamás ha sido igualado. Baki-rahbert, La de las Mil Torres; Meloh-tón, capital de la bella y exótica Mah-sedonia o Trespalmos, sólido bastión limítrofe con la cordillera del norte, más allá de la cual moraban las peligrosas tribus bárbaras.
Los sucesos que marcaron el devenir de aquella tierra han llegado hasta nuestros días a través de algunos legajos de las antiguas crónicas. En ellos se cuenta que gallardos caballeros de brazo indomable y deslumbrante armadura dejaron su impronta realizando gestas inigualables; que reyes y sultanes de gran sabiduría y dignidad guiaron a sus pueblos por la senda de la prosperidad y la justicia; que sacerdotisas y hechiceras de belleza turbadora elevaron artes conocidas, y otras olvidadas, a niveles de maestría jamás superados.
De virtud, valentía, coraje y talento, nos hablan, con prosa delicada y sublime, aquellos cronistas cuyo legado ha sido revelado a unos pocos. Pero has de saber, oh viajero, que dichos cronistas mintieron como bellacos.