Es la velocidad a la que caen los pétaleos de los cerezos en flor y el título de la película de animación japonesa que me llevó a ciertas peripecias con mi reproductor de DVD que ya os conté en su día.
Esta pequeña joya —dura poco más de una hora— escrita y dirigida por Makoto Shinkai es un caso peculiar dentro del anime y de la obra de su autor pues nos narra una historia realista, sin ningún atisbo de elementos de género. De hecho, la película desgrana una historia de amor simple y cotidiana. Tal vez esto haga temer a más de uno que nos encontramos ante un Shōjo edulcorado para niñas y adolescentes, pero podéis respirar tranquilos, los personajes y situaciones de esta historia se parecen a los de Candy Candy como un huevo a una castaña.
¿De qué va 5 centímetros por segundo? Trata del paso del tiempo, de los recuerdos, de la forma en que una experiencia del pasado puede marcar el resto de nuestros días y de como ese mismo recuerdo es personal e intransferible. Todo esto nos llega presentado en una animación excelente, especialmente en el trato de los escenarios que en la pantalla del cine debían de resultar de una belleza apabullante. Tanto los paisajes urbanos como los rurales devienen en ella un elemento clave a la hora de transmitir sentimientos y estados de ánimo. Por contraste, el trato de los personajes puede parecer más sencillo, pero en ningún momento resulta pobre y me parece muy adecuado para los hechos narrados.
Mención aparte merece la música. Omnipresente y discreta, remarcando los momentos de mayor intensidad y acompañando a la narración de forma sutil cuando ésta así lo precisa. La mayor parte de las composiciones de Tenmon que aparecen en la obra son variaciones del tema principal «One more time, One more chance». Bellísima canción de Mayazaki Masayoshi cuyo video con traducción al castellano tenéis más abajo.
El visionado de esta maravilla exije una copia en condiciones aunque por desgracia sólo fue lanzada en el mercado japones, con subtítulos en inglés, y en el anglosajón. Con lo que aquellos que no se llevan con la lengua de Byron y deseen verla, por no hablar de ahorrarse unos eurillos, no tendrán más remedio que tirar de mula o de torrent. Por la red circulan copias subtituladas al castellano en ambos P2P, así que disfrutarla cómodamente en el televisor no es complicado. Como última posibilidad, la más directa, pero menos recomendable, tanto en Youtube como en otras páginas de videos están colgadas las tres partes de las que consta la película para su visionado on line, y no es difícil dar con alguna subtitulada. Sin embargo la calidad y tamaño de la imagen es pobre, insuficiente para apreciar las virtudes de esta obra en su justa medida.
Imprescindible para los amantes de la buena animación y una sorpresa mayúscula para quienes todavía crean que unos dibujos animados no pueden desarrollar con solvencia una historia adulta.