Probablemente una de los villancios más descorazonadores y tristes que jamás he escuchado, también uno de los más hermosos. Publicado por The Pogues en el ya lejano 1987, narra el desvarío alcoholico de un hombre consumido en un celda, que se aferra en su hora más triste al recuerdo de unas Navidades lejanas en New York, junto a la mujer con la que compartió sus mejores momentos.
La voz de cazalla de Shane MacGowan contrasta con la replica angelical de Kirsty MacColl, logrando transmitir ese momento agridulce que se repite cada año, cuando la compañía de nuestros seres queridos nos arropa y al mismo tiempo, nos recuerda la ausencia de los que ya nunca regresarán.
Felices fiestas a todos.