Aunque el número dos de Historias Asombrosas está al caer, siguen apareciendo comentarios positivos sobre el primer número de la publicación. Desde Bem on Line llega una nueva reseña, firmada por Pere Serra, quien acerca de mi relato sostiene que:

Y llegamos a la perla de este Historias Asombrosas nº1: «Anoche Martín habló otra vez en sueños», de Enric Herce, un autor que, por lo leído en otros relatos suyos publicados anteriormente, domina por igual el castellano y el catalán y en ambas lenguas escribe de forma magnífica. La historia que nos ofrece es la de una pareja que se muda a la ciudad desde el campo a causa de un ascenso (de él) en su trabajo. Ese ascenso le obliga a pasar largos periodos de tiempo ausente de su casa, concentrándose en conseguir cumplir los objetivos que le han marcado sus superiores. Herce nos lo cuenta desde dos puntos de vista, el diario personal que anota ella y las reflexiones de él con su terapeuta. Todo esto se va entremezclando con unos horribles crímenes que tienen lugar en el barrio en el que viven.

El desarrollo argumental es excelente y espero no sonar demasiado pedante si afirmo que nos hallamos ante un gran escritor en ciernes que confío repita muy pronto en las páginas de esta revista. Simplemente brillante. Finalmente, quisiera hacer constar una pequeña queja por la maquetación del relato, ya que al principio del mismo se dejaba un espacio entre lo escrito en el diario y las reflexiones con el terapeuta y, en algún momento de la historia, este espacio es suprimido sin ninguna explicación ni lógica, apareciéndonos los dos textos seguidos, lo que resulta bastante confuso hasta que te das cuenta de qué es lo que ha pasado. Señores editores, hay que cuidar estos detalles.

Y ojito a los dos relatos recomendados por Literatura fantástica en lo que llevamos de año. La publicación sigue pisando fuerte y por lo que se anuncia del segundo número la cosa tiene aspecto de ir a más. El resto dependerá de lectores y suscriptores.

Leer reseña de Historias Asombrosas 1 en Bem on Line.

Después de un breve paréntesis vuelven las columnas sediciosas y ¿qué mejor forma de regresar que repartiendo estopa?
  A estas alturas creo que ya no tiene ningún sentido cuestionar la capacidad de Internet para dar voz a quien quiere hablar y opinión a quien quiera expresarla. Foros y blogs permiten que la gente predique, contradiga, replique y se ponga fina a disputas dialécticas sobre los temas más variopintos, así como expresar filias y fobias respecto a literatura y otros productos culturales. Pero si bien los inicios de esta nueva fuente de información «de a pie» destacaron por su frescura, falta de complejos y análisis sin pelos en la lengua, no lo es menos que, en un breve lapso de tiempo, los tics y manías que buena parte de esta crítica «popular» ha desarrollado ganan por goleada a los que tradicionalmente se achacan a la profesional.

Leer la columna: Crítica en la red.

La imagen que acompaña esta entrada es obra de Lucine-Estelle en devianart.com.