Circo España

El mayor espectáculo del mundo

El maestro de pista apareció bajo los focos con un resplandeciente traje rojo y un enorme sombrero de copa.
—¿Cómo están usteeeedes? —saludó al público.
—¡Hasta los cojones! —respondió una tercera parte de la concurrencia en un solo e inequívoco clamor. El resto ni escuchó la pregunta,  alelados como estaban con el partido de fútbol que se proyectaba en una pantalla gigante.
Sin perder la sonrisa el hombre encaró el estrado de las autoridades.
—¿Cómo está la Corona?
—Llena de orgullo y satisfacción —respondió la Familia Real al alimón, ansiosos por presenciar el número de los elefantes africanos y el oso borracho.
—¿Y nuestra sagrada Iglesia?
—Sirviendo a Dios —anunciaron con pose beatífica obispos y cardenales cubiertos de oro que lanzaban migajas a la famélica multitud.
—¿Cómo andan nuestros jueces?
—Siempre implacables —respondió un grupo de viejos desnudos que se cubrían unos a otros las vergüenzas.
—¿Y nuestros banqueros?
—Velando por los ahorros de la ciudadanía —canturreó una decena de tipos entrajados que intentaban inútilmente llenar una hucha, pues por cada billete que introducían por la ranura, cinco iban a parar a sus bolsillos.
—¿Qué hay de nuestra clase política?
—La culpa de todo es suya —argumentaron señalando al partido vecino y cogiendo, disimuladamente, alguno de los fajos que les alargaban los banqueros.
Mientras, en la entrada de la carpa rojigualda, el vigilante insistía una vez más a los gemelos Sensatez y Sentido Común, y a sus amigos Responsabilidad, Honradez, Justicia y Sabiduría, que ninguno tenía permitida la entrada al show.

Entrevista en Fantasymundo

Entrevista en Fantasymundo

La gente de Fantasymundo, maja porque sí, acaba de publicar las sagaz entevista que me hizo uno de sus colaboradores, Alberto González, después de la publicación de su reseña de Ventanitas Manzana. Si queréis conocer la respuesta a enigmas estremecedores como a quién narices se le ocurre poner semejante título a una novela, qué opino de Silvio Berlusconi, cuál fue la inspiración para personajes de alta talla intelectual y moral como Faraoncito Multiusos o Simón Bell, o incluso cuáles son mis propuestas para salir de la crisis (bueno, esto último no, pero como titular llama la atención cosa mala), solo tenéis que hacer click aquí.

Yo no escribo

PinochoNuestro Gobierno no ha cometido fraude electoral subiendo los impuestos aunque prometió no hacerlo, se ha visto obligado a tomar medidas, muy a su pesar, ante el terrible legado del Gobierno anterior. Nuestro Gobierno no ha abaratado el despido, con la reforma laboral ha dotado a los empresarios de herramientas que reactivarán la economía cuando la coyuntura económica sea favorable. Nuestro Gobierno no ha cruzado líneas rojas recortando en derechos básicos, ha hecho ajustes para hacer sostenible el Estado del Bienestar. Nuestro Gobierno no pretende en ningún caso propiciar un cambio de modelo hacia una sanidad y educación privadas, solo pide un pequeño esfuerzo a los ciudadanos, cuatro cafés o tres cajetillas de tabaco, para que sigan funcionando igual de bien que hasta ahora. Nuestro Gobierno no ha bajado las pensiones, las ha subido un 1% para que los pensionistas puedan pagarse los medicamentos y gastos médicos que antes eran gratuitos. Nuestro Gobierno no quiere que paguen la crisis los de siempre, por eso ha decretado una amnistía fiscal que no funcionará y que le obligará a subir el IVA. Nuestro Gobierno cree en la libertad de expresión e independencia de los medios de comunicación públicos, por eso ha mejorado su gestión permitiendo que el Congreso, donde tiene mayoría absoluta, pueda nombrar al presidente de RTVE. A nuestro Gobierno le gusta que el pueblo tenga libertad para manifestarse, por eso quiere reformar el Código Penal para que la resistencia pasiva sea considerada un atentado a la autoridad. Nuestro Gobierno inspira confianza porque es serio, da la cara y sabe lo que hace, solo hay que ver lo bien que va la bolsa y cómo se ha estabilizado la prima de riesgo desde que ha tomado las riendas del país.
Y ya que vamos despacio y está de moda disfrazar las verdades, debo confesar que yo no escribo, solo junto letras en un procesador de textos.