Critica el secuestro del sentido crítico de la ciudadanía y propone revalorizar el sistema democrático y evitar la dictadura financiera de los expertos; cuestiona el mal llamado mercado libre capitalista totalmente controlado por gobernantes y propietarios de los grandes capitales, la falacia del máximo beneficio económico como motor social y el desmantelamiento del estado del bienestar para que sobreviva el neoliberalismo más salvaje. Sugiere ir a una huelga general indefinida por el desacuerdo de la mayoría de la población ante tanta medida política unilateral, con o sin apoyo sindical, y por el indigno e intocable paradigma por el que unos poco consiguen millones de beneficios con sus empresas a cambio de migajas en forma de salarios para sus trabajadores. Cita a Marx, a Jean Ziegler y a Enrique Dussel; defiende la tasa Tobin y considera el Tratado de Lisboa como un acuerdo que ningunea al pueblo.
Puede sorprender, a quienes no la conozcan, que tanto sentido común provenga de una monja benedictina, doctora y Master of Divinity por Harvard, que en su día ya puso contra las cuerdas a la Consellera de salud Marina Geli cuestionando con rigor científico la vacuna de la gripe A. Teresa Forcades es uno de esos rara avis que dignifica la institución a la que pertenece, y a la que no duda en tildar de opulenta.
Merece la pena echar un vistazo a la conversación que mantuvo con Jaume Barberà en su excelente programa «Singulars»:
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Se estremeció bajo la capucha cuando vio a su mujer subir al cadalso.
Tratamientos ajenos
El paciente se encontraba en fase terminal. Continuas recaídas se habían solventado in extremis con dosis regulares de promesas, disculpas y algún ramo de flores, pero el abuso del cóctel había terminado desarrollando una resistencia adquirida en su desconfianza, hasta tal punto, que la última infección de infidelidad se había revelado como mortal de necesidad.