Ella le descargó el e-book que quería y él le proyectó una rosa holográfica de pétalos desvaídos. En la calle desierta, llovía.
Ella le descargó el e-book que quería y él le proyectó una rosa holográfica de pétalos desvaídos. En la calle desierta, llovía.
Je,je,je. Buen micro aunque bien pensado, algo deprimente. 😎
Sí que es tristón, Joe. Pero es que el libro digital es de mal firmar.
Quién sabe qué cosas veremos. Lo importante es que fluyan las historias y las ideas, sea en papel o en pantalla. Pero, eso sí, con las rosas holográficas que no nos la den.
A mí tampoco me convencen, JM, el aroma no termina de estar logrado.