Reseña de Ventanitas Manzana en Torre de Babel

Ventanitas Manzana en Torre de Babel

Ante la lectura de la primera reseña de una obra propia es inevitable verse sumergido en una vorágine de sensaciones, a veces encontradas. De alguna forma, acostumbra a ser el momento en el que por vez primera un desconocido opina sobre lo que uno a escrito, sobre la historia que a lo largo de tanto tiempo hemos ido tejiendo en nuestro interior y a la que luego hemos intentado dar forma en el mundo real. Un instante efímero, irrecuperable, al que quizá seguirán otras opiniones igual o más interesante, mejor o peor argumentadas, otras reseñas que se leerán con la misma atención, pero que ya no podrán ser la primera. La que rasgó el velo de la incertidumbre, la que experimentamos con inusitada intensidad; la que nos hundió en la miseria o nos lanzó a las nubes como si fuéramos adolescentes con las hormonas desatadas.
Vale, quizá exagero, al fin y al cabo hay mucha gente a la que las reseñas se la traen floja. A mí no. Yo soy de los que consideran que en el distribuidor de información que es Internet, inusitado creador de progresiones geométricas de opinión, para bien y para mal, la reseña de un libro es un ejercicio que debe realizarse con el máximo respeto, responsabilidad y sinceridad. Opinar sobre un libro es algo más que asegurarse una nueva entrada en el blog cuando no se sabe qué escribir, o dejar una nueva respuesta en el hilo de un foro que aumente un poco más nuestra participación en él. Opinar sobre un libro es analizar el trabajo de una persona de forma pública, y de la misma forma que se la expresaríamos a cualquier otro currante, sea camarero, sea pintor, sea banquero, nos merezca una valoración positiva o negativa, hay saber expresarla con coherencia y buenos modos, tanto en su contenido como a nivel formal. Después de todo, lo que se está creando, la reseña, es una nueva obra liberada al mundo exterior sobre la que cualquiera puede opinar. Simpática y exhaustiva, quizá en exceso a la hora de ahondar en la trama, me ha parecido la que en el blog literario, Torre de Babel, dedican a Ventanitas Manzana.

No he podido pasar ni una página sin que asomara una sonrisa a mi cara como mínimo, y de vez en cuando una sonora carcajada. Si queréis pasar un rato divertidísimo y os gustan las parodias con mucha fantasía e ingenio, este libro es una broma que hay que tomarse muy en serio.

Podéis leer el texto completo aquí.