Fruto prohibido

apetitosa

Llevaba un buen rato mirándola con deseo. Su presencia le atrapaba y cuanto más pretendía ignorarla más le obsesionaba. La dulzura de su forma redondeada, la tersa piel perlada por gotas de rocío y el sensual color de la carne cuyo aroma y sabor debía conformarse con imaginar. La saliva le llenaba la boca tan solo hacerlo y el estómago protestaba furioso. Si Yahvé le había prohibido probarla, ¿para qué la había puesto a su alcance?
  Eva despertó gritando al sentir el bocado en su nalga derecha. Aunque las escrituras se afanen en silenciarlo, el pecado original fue la antropofagia.

8 comentarios en “Fruto prohibido

  1. Enric

    Y más nutritivo, JM, y más de todo. Ya puesto a buscarse la ruina digo yo que Adán lo haría por un buen motivo.

    Sin duda alguna, Verónica, que las dietas son muy malas para el ánimo.

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