Y otro ocho de febrero que llega sin hacer ruido, cinco ya desde que este rincón virtual iniciara su andadura. Y una vez más toca echar la vista atrás y valorar lo que ha dado de sí este último año.
12.804, visitantes únicos y 20.445 páginas cargadas. Habéis dejado un total de 279 comentarios y la media de suscripciones de la fuentes RSS a lo largo del último mes se ha establecido en 64, elevándose la media global hasta 25. O dicho de otro modo, siguen disminuyendo las visitas directas, 1.685 menos que el año pasado, y aumentan quienes acceden al blog mediante lectores de fuentes, 25 usuarios más de media diaria que el mismo mes del 2009.
También aumenta mi pereza. Este año solo he escrito 48 entradas, ¡21 menos que en 2009!. Lo que eleva el tiempo medio de actualización hasta 7,6 días. El mes más provechoso fue mayo, con 8 entradas, y el más perro, como no podía ser de otra manera, fue agosto, con una testimonial actualización.
Pero la frialdad matemática no consigue reflejar lo mejor que tiene mantener este blog en marcha, aunque sea al ralentí; los numeros no cuentan lo que realmente te empuja a escribir una entrada más cada vez que se te pasa por la cabeza echar el cierre. Las cifras no pueden medir todas las pequeñas alegrías y buenos momentos que me habéis dado a lo largo de este lustro. Va por vosotros.
¡¡¡Enhorabuena!!! Brindo por otros 777 más y yo que los vea 😎
Bua! ¡quería decir 555… Bueno,lo dejaremos en ese 777 😆
Enhorabuena Enric.
Muchas gracias, Joe. Tanto da tres cincos que sietes. No te negaré que tres seis hubieran quedado un pelín satánicos. 😉
Muchas gracias, Alex. El mérito es vuestro.
Que bien nos sientan estas pedradas cada 7,6 días.
Gracias, Enric. Y enhorabuena!
Gracias a ti por la compañía, Verónica.
5 años ya, ¿eh? El tiempo que nos conocemos más o menos… y se han pasado volando. Bueno, desde aquí, un seguidor más que te da la enhorabuena.
No importa el número de entradas, sino la calidad y el cariño de las mismas.
Un abrazo. 😀
El tiempo pasa volando cuando se está en buena compañía, Pedro. Y no se me ocurre ninguna mejor que la vuestra. Un abrazo.