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Seis libros (III): Urnas de Jade, David Prieto

Urnas de JadeAntes de encarar esta reseña creo que cabe hacer una aclaración, la misma que hice al afrontar la saga de La Tierra del Dragón. No soy aficionado a la fantasía épica. Por lo tanto, elementos que un aficionado al género valorará y seguramente buscará en un libro de estas caracterísitcas a mi me dejan frío. Otro planteamiento que creo necesario mencionar es que dadas las particularidades de una saga, considero que no debería reseñarse ésta hasta que estuviera concluida o al menos se dispusiera de más de una parte de la misma para establecer alguna comparación. No tiene mucho sentido pararse a analizar tramas y evolución de personajes cuando sólo se tiene acceso a una pequeña parte de los mismos. Considero, por tanto, que reseñar el primer volumen de una saga épica tiene tanto sentido como analizar un libro a partir de uno de sus capítulos. Quizá sea debido al peregrino origen de este tipo de estructuración, una obra que se partió en tres por simples necesidades editoriales. Aclarado esto centrémonos en la que nos ocupa.
  El arranque resulta trepidante. A lo largo de las primeras 140 páginas conocemos la historia de Delin, aparece el grupo de aventureros y asistimos a las conspiraciones que se cuecen en el gremio de los ladrones de Feylan; se nos desvela la historia de la ciudad y del ducado, sin olvidar algunos atisbos de una trama que afecta al continente entero. Como no podía ser de otra forma todo termina con un combate frente a un poderoso enemigo.
  En estos primeros compases de la historia ya se aprecian distintos rasgos de la personalidad que el autor le quiere conferir a la obra. Hay una evidente intención de seguir los preceptos del género, pero de hacerlo a su manera, con vocación de ofrecer algo distinto aunque sea más a nivel formal que de contenido. Valgan como ejemplo los textos metaliterarios que sirven de introducción a distintos capítulos o el afán por eludir una narración lineal mediante un estilo fragmentario con abundantes saltos temporales. Estos pueden resultar algo desconcertantes al principio, pero a medida que el lector se acostumbra a ellos son de agradecer pues ayudan a que la trama avance sin titubeos.
  El ritmo que el autor imprime a este primer tramo tiene un daño colateral. El grupo de mercenarios que junto a Delin coparán los roles protagonistas queda desdibujado. Nos son presentados en grupo y sólo cuando empiece el siguiente tramo de la historia, centrado en la subtrama de Codan-Gulath, iremos conociendo más detalles sobre su personalidad y pasado. Sin embargo nunca llegan, a lo largo de este primer volumen, a escapar del arquetipo al que representan. La complejidad de los acontecimientos y el número de personajes se va incrementando con rapidez con lo que ya arrastrados por la acción, parece difícil hacer un alto para detallar lo que no se ha hecho en los primeros compases. Algo que sí sucede en el caso de Delin, cuya historia nos es contada al principio con detenimiento, produciendo el deseado efecto empático en el lector; curiosamente a medida que pasan las páginas su protagonismo absoluto va quedando relegado a un segundo término. Considero que el personaje mejor construido de la obra en cuanto a historia y motivaciones es Gülfstend. Lejos del villano que busca el mal por el mal, su triste historia y la traición sufrida le convierten en un ser complejo con motivos reales para actuar como actua. A mi juicio resulta mucho más sólido que Codan-Gulath, cuyo histrionismo le da un aire al LeChuck de Monkey Island.
  A partir del capítulo once las tramas se diversifican y los personajes emprenden un viaje que terminará por separarles para acometer distintas misiones que les reclaman a lo largo y ancho de Drashur. Un mundo vivo, con una historia que respalda su configuración actual, una economía y política que marca su presente y una geografía que atiende a las peculiaridades de sus pobladores y distintas culturas. En definitiva, un mundo contruido con esmero que no decepcionará a los aficionados al género. Tampoco a aquellos que busquen aventura, periplos llenos de peligros, combates, enemigos poderosos o magia. Una magia estructurada mediante un sistema de runas que a un servidor, poco ducho en el tema, le ha parecido muy novedoso.
  El teclado de David Prieto se pone al servicio de todos ellos sin florituras, con un lenguaje variado que se adapta perfectamente a cada situación, pero consciente de cuál es su papel.
  Para terminar, desvelaré un secreto a todos aquellos a quienes todavía les queden dudas… no hace falta esperar al siguiente volumen para descubrir qué contienen las urnas.

Ficha del libro: Urnas de Jade.
Web del autor: Crónicas de Drashur.

Huevo de pascua

La historia empieza cuando encargo vía internet en Yesasia una película de animación nipona de la que ya os hablaré en otra ocasión. En un par de semanas el producto llega a casa en perfecto estado. Confirmo en la parte posterior de la caja que la película sólo ofrece el japones y el chino mandarín como lenguas, pero tiene la opción de subtítulos en inglés. Inserto el DVD en el reproductor y espero paciente a que aparezca el menú de opciones. Un «Wrong region» sobreimpreso en la pantalla es cuanto consigo. Desesperado me dirigo al ordenador y busco el producto en el portal mencionado. A la hora de hacer el pedido me había asegurado que fuera de región 2, visualizable, entre otros, con los reproductores europeos. Mi gozo en un pozo. Había metido la pata bien metida porque la ficha del producto dejaba bien clarito que pertenecía a la región 3, Sudeste Asiático. Desolado por el error me puse a googlear en busca de posibles soluciones convencido de que a no ser que me agenciara un reproductor DVD multiregión ya me podía comer la película con patatas.
  No tardé en descubrir que en realidad el 90% de los reproductores de DVD son multiregión, pero que para desbloquear esa opción es preciso cierta combinación de teclas y acciones que varían de una marca a otra. Sí, igual que los huevos de pascua en los videojuegos, esos que permiten desbloquear personajes y opciones extra.
  Pronto aterricé en DVDexploder, una web inglesa que asegura poseer la base de datos más extensa sobre claves para desbloquear reproductores de DVD y donde se promete que aunque el modelo no aparezca en la lista desplegable de claves disponibles, el equipo de la web hará todo lo posible para conseguirlo. Evidentemente el acceso a esta información no es gratuito, precisa de un donativo vía Paypal de casi diez libras. Consideré que el precio era razonable y que aunque se tratara de un engaño —los testimonios de usuarios satisfechos que la web aporta resultan de un bisoño nada tranquilizador— y que en principio mi modelo de reproductor, Daewoo DHC-X100E, no aparecía entre las claves más comunes, valía la pena correr el riesgo.
  Muy interesante la explicación que esta página ofrece de por qué se nos vende capado un aparato que está capacitado para reproducir DVDs de todas las regiones. Abajo está la traducción:

In an ideal world, motion picture studios would benefit hugely from total control over the home release of movies in different countries. This is because theatre releases aren’t simultaneous, for example – a movie may become available on DVD in the U.S. at a point when it’s just opened at the cinemas in Europe. It is also a fact that studios make a lot of money by selling distribution rights to various foreign distributors, that can only be guaranteed in an exclusive market. In this case, studios demand that the DVD standard features codes to prevent viewing of certain discs in certain geographical regions.

Each player is assigned a code for the region in which it’s sold, as seen on the map below. To the immense annoyance of film watchers worldwide, players will refuse to play discs that are not coded for its specific region. In effect, this means that a DVD purchased in one country is unreadable on a player bought in another region. For many people there is a belief that region codes are an illegal barrier of trade, although no legal cases have yet to establish this. We can only hope that some day soon, all players will be manufactured region free.

«En un mundo ideal los estudios cinematográficos se beneficiarían de un control total sobre los lanzamientos para el consumo doméstico de sus películas en diferentes países. Esto es así porque los estrenos en las salas no suelen ser simultáneos, por ejemplo, una película puede estás disponible en DVD en Estados Unidos cuando se acaba de estrenar en los cines europeos. También es un hecho que los estudios ganan mucho dinero vendiendo derechos de distribución a diversos distribuidores extranjeros, cosa que sólo puede ser garantizada en un mercado exclusivo. Es por ello que estos estudios precisan de que los reproductores de DVD estén codificados para evitar el visionado de ciertos discos en ciertas regiones geográficas.

  A cada reproductor se le asigna el código de la región en que se vende, como puede apreciarse en el mapa inferior. Para absoluta indignación de usuarios de todo el mundo, estos reproductores se niegan a reproducir discos que no estén codificados para su región. En efecto, esto significa que un DVD adquirido en un país no es legible por un reproductor comprado en un país de otra región. Mucha gente cree que estos códigos regionales son una barrera comercial ilegal, aunque no existe jurisprudencia para demostrarlo. Sólo podemos esperar que en algún día cercano, todos los reproductores sean fabricados multiregión.»

Mapa de regiones DVD según DVDexploder.com

En pocas horas recibí un correo del equipo de DVDexploder. En principio, como ya sabía, no disponían de la clave para desbloquear el modo multiregión de mi reproductor, pero se habían puesto manos a la obra en su búsqueda. Por si acaso me adjuntaban un par de posibles combinaciones para que las probara. Ignoro si se trata de protocolos estándar o sólo comunes entre los reproductores Daewoo. Los traduzco para que os hagáis una idea de qué tipo de secuencias estamos hablando.

1. Abrir la bandeja sin insertar ningún disco
2. Presionar el botón SETUP del control remoto
3. Introducir el código «5425» para mostrar la pantalla de selección de región
4. Usando las flechas del cursor, presionar «arriba, abajo, izquierda, derecha» entonces seleccionar la región deseada o seleccionar «ALL» para multiregión
5. Presionar SETUP para salir

Si esto falla, pruebe:

1. Abrir la bandeja sin insertar ningún disco (en algunos modelos)
2. Presionar el botón SETUP del control remoto
3. Descender hasta la opción «password»
4. Introducir «0000» en la primera casilla
5. Introducir «5425» en la segunda casilla
6. Seleccionar «ALL» en el menú de zonas para multiregión

Probé la primera sin éxito y después la segunda con idéntico resultado. Intenté la primera una vez más… cuando apareció en la pantalla el menú de regiones geográficas me sentí el tipo más feliz del planeta. Pletórico seleccioné «ALL». Desde ayer mismo mi reproductor de DVD es multiregión y sí, la película de animación que había adquirido, editada para su visionado exclusivo en el sudeste asiático, luce con una calidad excelente en mi reproductor europeo.

El Alcaudón de la Tierra

alcaudón terrestre

Ahora que he terminando de leer La caída de Hyperion, continuación de la archifamosa Hyperion, después de 1374 páginas me entra la duda, perspicaz que es uno, acerca de si realmente existe el Alcaudón. No, no es que haya perdido el juicio y tanta space opera repleta de reflexiones religiosas y existencialistas haya terminado por hacerme creer que un ente enorme, todo metal, espinas, ojos rojos y mala uva acecha a la vuelta de la esquina. Me refiero a que me ha entrado la duda de si la palabra existe.
  Un servidor estaba convencido de que se trataría de un nombre que Dan Simmons se había sacado de la manga, algo que en inglés sonaría algo así como «alkádn» y que se había castellanizado con una simple tilde en la última sílaba. Un nombre, todo hay que decirlo, que me parecía genial, con ese inefable aire amenazante. Como de costumbre no he dado una. Y sí, como ya sabíais todos menos yo, no se trata de un nombe inventado, la palabra existe.
  El alcaudón, shrike en inglés, es un pájaro. Monísimo, como podéis comprobar en la imagen superior, pero cabrón de cojones. La dieta de esta ave rapaz está compuesta por insectos, lagartos, otros pájaros y ratones, y entre sus hábitos predatorios destaca el de utilizar espinas a modo de almacenes en los que ir empalando a sus presas sobrantes hasta que llegue el momento de degustarlas. Del mismo modo, el Alcaudón de Hyperion, aquel que acecha entre las Tumbas del Tiempo, empala vivas a sus víctimas humanas en el Árbol del Dolor.

Sin ánimo de entrar a reseñar aquí este sentido homenaje al poeta John Keats que es Hyperion y su continuación. Sólo apuntar, por polemizar que no sea, que aunque estoy de acuerdo con la opinión extendida de que el libro que da inicio a la saga es más redondo que La caída de Hyperion y que a este último unas cuantas decenas de páginas menos no le harían ningún mal, no es menos cierto que La caída de Hyperion es un gran libro, donde Dan Simmons consigue cerrar de forma envidiable todas las complejas tramas y enigmas que planteaba en el primero y unas cuantos más que se añaden en éste. Que no es moco de pavo, oiga.

Alcaudón de Hyperion

Fuente de la imagen: faceandhead