Cuentos brev+?simos

-?-?Un cl+?sico en el grupo TDL de Sedice es el juego de cuentos brev+?simos. Consiste en, a partir de un tema propuesto, escribir un microrelato y a continuaci+?n proponer otro tema para seguir la cadena. Aqu+? os dejo unos cuantos microrelatos con los que particip+? en su d+?a:

Tema: un aro de fuego.
-?Ni harto vino! -?Hasta aqu+? hemos llegado! Ya no es el desprecio con el que me trata o su mirada chulesca crey+?ndose suyo todo el m+?rito. Es que la paga no puede ser peor. Es que es un antro lo que tengo por morada: sucia, apestosa y maloliente. Y la comida es realmente asquerosa. Todav+?a me acuerdo de los lujos de que disfrutaba en mi antiguo trabajo. Con Spielberg trabaj+? incluso y con el de Alien, en esa pel+?cula que gan+? tantos Oscars. Pero claro, ahora ya soy viejo y a esta edad si te quedas sin trabajo no puedes aspirar a nada m+?s que a esto. M+?ralo. Si es que es para matarlo… y encima el t+?o se cree guapo y carism+?tico. Me cago en… ahora s+? que me ha mosqueado.
Y el viejo le+?n pas+? ol+?mpicamente del aro en llamas y de un certero zarpazo le abri+? el vientre al domador.
Tema propuesto: son las 3 de la madrugada y me parece que he perdido las llaves de casa.


Tema: un violinista en el c+?sped.
-?-?El sol primaveral relam+?a perezosamente la hierba del parque, arrancando un verde intenso que casi cegaba la vista de Ram+?n e Irene. Tendidos sobre una toalla de playa, disfrutaban de una tarde de domingo tranquila, en el parque de la ciudad.
G??A este sitio cada vez viene gente m+?s rara -protest+? Irene dando a entender que de seguir as+? la cosa pronto tendr+?an que cambiar de emplazamiento para sus tardes domingueras.
G??Ya ves. Pero el que se lleva la palma es el violinista ese de debajo del +?rbol.
G??-+Qui+?n?
G??Ese violinista que est+? al lado del quiosco. Menudas pintas me lleva.
G??Al lado del quiosco no hay nadie -dijo Irene levant+?ndose.
G??-+C+?mo que no? -insisti+? Ram+?n imit+?ndola y se+?alando hacia el punto exacto.
G??A ver si has pillado una insolaci+?n.
-?-?Algo confundido Ram+?n se encamin+? hacia donde estaba la peculiar figura.
A medida que se acercaba a su posici+?n pudo ver con m+?s detalle sus manos huesudas y su tez p+?lida. Tambi+?n comprendi+? que no era una viol+?n lo que apoyaba contra su barbilla ni un arco lo que utilizaba para rasgarlo. La huesuda figura estaba afilando la hoja de una guada+?a.
Irene grit+? antes de echar a correr hacia donde Ram+?n se hab+?a desplomado.
Tema propuesto: aunque t+? no lo sepas…

Tema: una pelota de ping-pong.
Sigo pensando que das miedo, cielo. S+? claro, la medida es la adecuada y da el pego y cierto, nos ahorramos un dinero, pero bueno, para casos como este est+?n los ahorrillos -+no? Y antes que nada est+? mi salud mental, que cada vez que me miras me da un vuelco el coraz+?n. S+? cari+?o s+?, ya s+? que t+? no tuviste la culpa y que jodida la gracia que te hizo la bromita de Jos+? Mari que acab+? contigo en el suelo. Pero cr+?eme, por mucho que le pintes un iris con el rotulador seguir+? pareciendo una pelota de ping pong y no el ojo de vidrio que se te rompi+?.
Tema propuesto: una broma.

1 comentario en “Cuentos brev+?simos

  1. Pingback: Nudo de Piedras » Cuentos brev+?simos 2

Los comentarios están cerrados.