
El Piojoso, un tugurio por el que suelo pasarme y en el que siempre es un placer perderse para conocer las novedades que afectan a sus selectos parroquianos, ha repartido este número de lotería navideña entre sus asiduos. La única condición para compartir la suerte que esconden estos cinco números es enlazar la administración blogueril de donde ha partido iniciativa tan peculiar: Alas de plomo. Ya solo me queda repartir la llamada del bombo entre cinco bitácoras más. Que yo sepa estas cinco todavía no han sido tocadas por el dedo de la fortuna…
Supongo que más de uno estará pensando: «ya estamos con la típica cadena para que un blog aumente las visitas» y su parte de razón tendrá. Pero en esta ocasión hay que reconocerle la originalidad al asunto, eso y que siempre resulta difícil esquivar ese miedo atávico, tan irracional como humano, que asalta al prójimo cuando tiene la sensación de que está dejando pasar una opotunidad única y le da por pensar, mientras visualiza imágenes de telediario en las que aparecen amigos, conocidos y vecinos rociándose con cava, «¿y si toca…?»
Pues sinceramente no era mi intención generar más visitas al blog. De hecho me está impidiendo actualizarlo como suelo hacer. Pero me encantaría que tocara a mucha gente, eso sí, y ha sido un auténtico éxito en la red. Pero lo más llamativo es que la gente es tan noble que, sabiendo que cuantos más participen menos participación personal propia tendrán, siguen enviandolo a más de cinco blogs. En cuanto a mí, sólo me ha generado un gran esfuerzo para revisar los comentarios, asignar número y dejar un comentario a cada uno de vosotros… mientras los clicks en Adsense han disminuído de manera espectacular.
Bueno también participas como Nº de Participante 220. Os debería de tocar por vuestra generosidad. 😆
Hola, Carlos. Está claro que si tu intención era espolear el espíritu navideño lo estás consiguiendo. La iniciativa me parece tremendamente original y el éxito que está teniendo, solo falta ver el número de comentarios generados, habla por sí mismo. ¡Enhorabuena y suerte!
Touché! Gracias 😀
Pues si al menos nos da para un cafecito, genial, no?
Pa eso estamos, Mariko. 😉
Pues sí, Veronica. A lo mejor la fortuna loteril nos es más propicia en el mundo virtual.