Ya hemos arrancado y arrugado la primera hoja del cuaderno. Ya hemos garabateado las primeras líneas con letra apretada y tortuosa. Ya hemos eliminado el miedo escénico a la novedad, a la frialdad del papel en blanco. Ya somos libres para comenzar.
Ya hemos arrancado y arrugado la primera hoja del cuaderno. Ya hemos garabateado las primeras líneas con letra apretada y tortuosa. Ya hemos eliminado el miedo escénico a la novedad, a la frialdad del papel en blanco. Ya somos libres para comenzar.